El término “cáncer infantil” se utiliza para designar los distintos tipos de cáncer que pueden aparecer en niños antes de cumplir 15 años. Según la Organización Mundial de la Salud las tasas mundiales de incidencia fluctúan entre 50 y 200 por cada millón de niños de distintas partes del mundo. Un diagnóstico oncológico es difícil de afrontar en cualquier edad, sobre todo cuando el paciente es un niño, por lo que debes estar informado sobre los tipos de cáncer infantil, los tratamientos y qué puedes hacer para ayudarlos
Tipos de cáncer infantil
Las características de esta enfermedad durante la niñez son bastante diferentes a las de pacientes mayores. La leucemia (afecta las células blancas de la sangre o leucocitos) representa una tercera parte de todos los cánceres infantiles. Los tumores malignos más comunes son los linfomas y los que se ubican en el sistema nervioso central, pero existen algunos tipos que se dan casi exclusivamente en niños como los neuroblastomas (glándulas suprarrenales), los nefroblastomas (riñón), meduloblastomas (en la región del cerebro que se ubica en la base del cráneo) y retinoblastomas (retinas). El cáncer de mama, de pulmón, de colon y anorrectal es extremadamente raro en los niños.
¿Existen factores de riesgo del cáncer infantil?
Hasta el momento se han identificado únicamente algunos factores de riesgo en relación con el cáncer infantil, entre ellos la radiación ionizante e ingerir dietilestilbestrol durante el embarazo (una hormona que ya no se utiliza). Algunos tipos de cáncer infantil también están relacionados con la genética, la predisposición individual, además algunos estudios sugieren que virus como el EBV (Virus de Epstein-Barr, Mononucleosis), el de la hepatitis B o el VIH también pueden incrementar el riesgo.
Tratamientos para el cáncer infantil
Existen varios tipos de tratamientos para un niño con cáncer y el médico determinará si es recomendable utilizar uno o más. El tipo de tratamiento necesario dependerá no solo de la edad, sino del tipo de cáncer y qué tan avanzado está.
Cirugía
En el caso de los niños con tumores sólidos que se han extendido por otras partes del cuerpo, en algunas ocasiones la cirugía permite extirpar el cáncer con éxito si se combina con quimioterapia y/o radioterapia. Sin embargo, con los pacientes con leucemia o linfoma el tratamiento principal no suele ser cirugía porque afectan al sistema circulatorio y el linfático, lo que hace que sea difícil tratar estos tipos de cáncer operando solo una parte del cuerpo.
Quimioterapia
Es un medicamento que tiene la capacidad, en algunas ocasiones, de eliminar las células cancerígenas en el cuerpo. Los niños pueden recibir este tratamiento por vía intravenosa u oral. Los fármacos ingresan en el torrente sanguíneo y trabajan para eliminar estas células de cáncer del cuerpo.
La duración y cantidad del tratamiento dependerá del tipo de cáncer y de la respuesta del niño a los medicamentos. Todos los casos son diferentes, por lo que un paciente puede recibir quimioterapia todos los días, una vez por semana o una vez por mes, aunque los médicos recomiendan hacerlo en ciclos para que el cuerpo descanse y se recupere. Implica algunos riesgos a corto plazo (náuseas, caída del cabello, cansancio, anemia, problemas menstruales, daño en los riñones) y largo plazo (infertilidad, problemas de crecimiento, mayor riesgo de padecer otros cánceres).
Radiación
Es uno de los tratamientos más utilizados para el cáncer. Los niños que reciben radioterapia son tratados con ondas de energía elevada que dañan y destruyen las células cancerígenas. Tiene muchos efectos secundarios como mayor riesgo de infertilidad o padecer cáncer en el futuro.
Trasplantes de médula ósea
Si un niño padece de un tipo de cáncer que afecta el funcionamiento de las células sanguíneas, un trasplante de médula ósea combinado con quimioterapia para erradicar las células defectuosas podría permitir el crecimiento de nuevas células sanas. Esta medida también es utilizada para tratar cáncer que no involucra células sanguíneas porque permitirá a los doctores utilizar una dosis más elevada de quimioterapia de lo que un niño podría recibir normalmente.
El Departamento de Estadística de la UNOP (Unidad Nacional de Oncología Pediátrica) señala que la tasa de sobrevivencia del cáncer infantil se ha incrementado del 20 al 70%. Al momento del diagnóstico es fundamental que se busque apoyo de la familia y de un psicólogo para ayudar a superar la situación. La detección y el tratamiento del cáncer infantil lleva tiempo y existen posibles efectos secundarios tanto a corto como a largo plazo, pero los avances médicos cada vez ayudan más en esta lucha.
Fuentes
Cáncer, I. N. (25 de septiembre de 2018). Instituto Nacional del Cáncer. Obtenido de Instituto Nacional del Cáncer: https://www.cancer.gov/espanol/tipos/infantil
Eva Steliarova-Foucher, A. U. (s.f.). Organización Mundial de la Salud. Obtenido de Organización Mundial de la Salud.
Salud, C. (27 de diciembre de 2017). Cluster Salud. Obtenido de Cluster Salud: https://clustersalud.americaeconomia.com/sector-publico/guatemala-siete-de-cada-10-ninos-que-desarrollan-cancer-se-curan-totalmente